viernes, 1 de mayo de 2009

Poema de Ogsmande Lescayllers.


NO OLVIDEMOS PARIS.


Yo soñaba París.
Esa noche,
Mientras cruzaba el Sena,
Madame Marie me preguntó por mis viejos amores;
Los que se me quedaron en la Isla de Cuba.


Ella tomó mi mano.
Nos miramos,
Mientras el barco seguía su viaje por el Sena.


Recuerdo que todavía era invierno,
Pero ya se veía la primavera.
Marie me hablaba del verdor de los Campos Eliseo,
Cuando en París no hay brumas y la luna es creciente,
Como esa que ahora está habitando el cielo.


Marie y yo nos conocimos en Cannes.
Estábamos sentados frente al mar,
Una tarde apacible de diciembre.

Yo buscaba un lugar donde la nada
Y de prontos sus ojos misteriosos,
Verdes como la estampa de los montes,
Se quedaron fijos en los míos.
Tan fijos,
Que yo los sentí míos,
Y fui hasta ella a indagar por la hora.


Con un gesto infinito,
Movió hacia atrás su cabellera rubia
Y cuando respondió a mi pregunta,
Quedé absorte,
Incomprensiblemente silencioso.
Ella se echó a reír,
Yo seguía el ritmo de sus labios,
Intentando saber qué había en su boca,
O qué mágica luz le poblaba la frente.


Al fin le di las gracias,
Pedí permiso y me senté a su lado
Sin que me autorizara;
En ese instante comenzó nuestro amor.


Hablamos largamente.
Nos hicimos preguntas.
Quiso saber quién era yo
Y que hacía por allí;
Yo hice lo mismo.
Y tres horas después,
Nos fuimos a cenar al Paradiso.


Todo fue como un sueño,
Del que aún, no hemos despertados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ah...París.

Y su luz.
Y mariposas ardiendo en el estómago.

Arte sobre arte,
pero tu beso bailando en la Opera
hace enojar a Rodin
mientras abre puertas al infierno,
ese, el de nuestra pasión.

París. Y tú.

Por cierto...gracias por tus versos,
me han hecho escribir mis palabrejas.

Paul